Gracias a los mensajes de texto, cada vez más gente pasa de las conversaciones telefónicas y confía en los mensajes para comunicarse. En las escasas ocasiones en las que hables por teléfono, puedes estar pasándotelo tan bien que no quieras que termine. En vez de devanarte los sesos intentando que la conversación siga fluyendo, usa estas estrategias para que ella siga al teléfono.
Paso 1. Pregúntale cosas sobre ella.
A las mujeres les gusta hablar de sí mismas o de cosas de su vida. Si quieres seguir hablando con tu novia, pregúntale cómo le ha ido el día, por sus amigas o por algo relacionado con su trabajo. Si le haces una pregunta abierta, le estás dando la oportunidad de hablar de ella, pero también de añadir más temas a la conversación. Al mantener el diálogo abierto, aprendes cosas de ella, pero también la das la oportunidad de que te conozca mejor a ti.
Paso 2. Hazle preguntas sobre distintos temas.
No tienes por qué limitarte a hacer preguntas sobre ella, puedes preguntarle sobre las vacaciones de sus sueños, sus destinos preferidos para viajar o cuáles son sus aspiraciones profesionales… Todo vale. Estas preguntas ayudarán a mantener viva la conversación, pero también te dan la oportunidad de descubrir qué tipo de persona es y qué espera de la vida. Además, te dará ideas sobre qué podéis hacer juntos en el futuro.
Paso 3. La táctica de colgar el último.
Con este consejo vuelves a tu juventud, cuando estabas en el instituto y jugabas al juego del “no, cuelga tú”. Esto te permitirá estar al teléfono con ella más tiempo y también hacer que se sienta especial porque no puedes dejarla. Pero solo funciona cuando la relación está empezando y normalmente solo puedes usarlo una vez, así que elige bien la ocasión.
Paso 4. Sé directo y dile que no quieres colgar.
Si algo les gusta a las mujeres es que los hombres quieran más. Cuando estés al teléfono con ella, dile que no te apetece colgar. Ella se sentirá halagada y tampoco querrá colgar.
Paso 5. Adopta un rol activo en la conversación.
Si quieres que la conversación continúe, debes escuchar más y hablar un poco menos, pero también tendrás que tomar la iniciativa y aportar tu opinión. Tienes que prestar atención a lo que te dice para poder añadir algo más que un “Sí” o un “ajá” de vez en cuando.