Cuando pensamos en ligar, muchos asumen que es el modo más rápido de conseguir que alguien se vaya a la cama contigo. Se fijan en un objetivo y le hacen cumplidos sobre su cuerpo, usan insinuaciones sexuales y frases que casi nunca funcionan. Lo que la gente no entiende es que los verdaderos conquistadores saben que para causarle a alguien una impresión duradera, hay que intentar ligar de un modo original y ser más sutil. ¿Quieres saber cómo? ¡Sigue leyendo y lo descubrirás!
Busca nuevas oportunidades
Olvida la idea de que solo puedes conocer gente en los bares los viernes o sábados por la noche. ¡Puedes conocer gente atractiva en todas partes! Habla con alguien que haga cola a tu lado en la caja del supermercado. Si no sabe qué carne comprar, dale tu opinión o coméntale una deliciosa receta para preparar solomillo con champiñones. Todo esto puede parecerte extraño, pero haciéndolo con confianza, podrás conseguir lo que quieras.
Saca partido al lenguaje corporal
¿Cómo llamar la atención de alguien sin decir “hazme caso”? Usando el lenguaje corporal para que se fijen en ti. Por ejemplo, si estás hablando con alguien que te guste, imita sus acciones. Si le da un sorbo a su bebida, espera un poco y haz lo mismo. Si se toca la cara, repite tú el gesto. Al hacer lo mismo que la otra persona, esta sentirá que hay una conexión, ¡y eso siempre es bueno! En general, cuanto más cerca estés de la otra persona mejor, pero no uses el viejo truco de bostezar y estirarte para darle un abrazo, ya no eres un adolescente. Pero puedes inclinarte ligeramente mientras habláis. Si se inclinan también hacia ti es que les interesa lo que dices. Si se echan hacia atrás, probablemente sea porque se sienten incómodos estando tan cerca.
Interpreta las señales
¿Eres de los que no captas las indirectas y no sueles enterarte cuando alguien intenta ligar contigo? Conocer las señales más comunes te ayudará saber si alguien intenta algo contigo. Cuando sepas ver que están intentando ligar conmigo, tú también podrás hacerles saber que te interesan. Una de esas señales es que sus pies apunten a ti (sí, es algo en lo que normalmente no nos fijamos), otras son que no tengan los brazos cruzados o que se acerquen a ti como si quisiesen romper la norma de no tocar. Cuando sepas reconocer estas pistas, te resultará más fácil decidir tu estrategia.