Al comienzo de la relación, todo era fantástico. Os llevabais muy bien, erais felices y él te hacía reír. Pero todo cambió con el tiempo. Ahora que has tenido que romper con tu novio, puede resultarte difícil no pensar en él, incluso si fuiste tú la que decidió cortar.
A continuación, te explicamos cinco estrategias que te permitirán pasar página tras una ruptura.
1. Haz una lista de cosas para hacer y llévala a cabo. Al programar actividades que quieres hacer, estás aceptando responsabilidades. Mantén la lista en un lugar en el que la veas a diario para recordarte que tienes cosas pendientes de hacer. La lista puede incluir cosas como cambiarle el aceite al coche, aspirar las alfombras y hasta hacer una limpieza general. Sea lo que sea, hacer cosas es el mejor modo de sacar partido a tu tiempo y de mantenerte ocupada.
2. Adopta una mascota. Si tienes paciencia como para tener una mascota, y no tienes alergias, ¿por qué no adoptar una? Esos encantadores animales le darán, de algún modo, más sentido a tu vida y te harán compañía en esos días en los que te sientes un poco más triste. ¡Puede no ser la mejor razón para adoptar una mascota, pero a veces situaciones así son perfectas tanto para ti como para el animal que rescatas!
3. Haz un curso online. Ahora que no tienes pareja, intentas mantenerte ocupada, ¿verdad? ¿Qué mejor manera de llenar tu tiempo que hacer un curso online? Las clases online no solo mantendrán tu mente ocupada, también enriquecerán tu vida y te ayudarán a superar a tu ex. Además, ¿a quién no le gusta aprender cosas nuevas?
4. Haz un viaje o escapada de fin de semana. Viajar es siempre una opción excelente para quienes quieren dejar de pensar en su exnovio. Sola o con amigos, viajar te permitirá salir de la ciudad y pasarlo bien. Podrás relajarte y centrarte en lo que te hace feliz. ¡Son todo ventajas!
5. Ayuda a los demás haciendo voluntariado. Hacer voluntariado es un modo estupendo de dejar de pensar en una ruptura reciente, al tiempo que ayudas a la comunidad. Puedes donar tu tiempo para ayudar a hacer los deberes a niños en la biblioteca local, servir comida en un comedor social o sentarte a hablar con enfermos o ancianos en un hospital o asilo. Tras terminar tu jornada de trabajo de voluntariado sentirás que te has enriquecido a nivel personal. Aunque dones tu tiempo para sacarte a alguien de la cabeza, la gente a la que ayudas apreciará tu esfuerzo, independientemente de tus motivos para hacerlo.